Las traperas – mucho gusto, poco gasto y la conciencia limpia
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La industria textil tiene una contribución importante en la emisión de gases de efecto invernadero y en la contaminación ambiental. Esta industria requiere grandes cantidades de agua y energía así como el uso de productos químicos para procesar las prendas que compramos. Además, el incremento en la producción de insumos como el algodón, hace que se requieran cada vez más tierras para su cultivo lo cual conlleva a la reducción de áreas naturales, muchas de ellas áreas boscosas. Considerando que las prendas que usamos no necesariamente son producidas y consumidas localmente, la cantidad de energía que se utiliza en su transporte es significativa también.
Vestirnos es una necesidad humana básica, sin embargo los tiempos modernos hacen que compremos más ropa de la que realmente necesitamos. Algunas de las prendas que llegan a nuestras manos, ya sea porque las compramos o nos las regalan, quedan en un rincón de nuestro armario, sin ser utilizadas jamás. Esto porque pasaron de moda, porque nos dimos cuenta que no es nuestro estilo, porque subimos o bajamos de peso o porque no encontramos con que combinarlas. Sin embargo, estas prendas que no utilizamos pueden interesarle a alguien más y con esto evitamos que vayan a la basura o mejor dicho a un botadero. Y es bajo esta filosofía que nace el emprendimiento de ¨Las Traperas¨ liderado por Paola Pioltelli.
¨Porque lo que no te queda a ti, me queda a mí¨
Los inicios
Ganadores de los premios Wayra y Start up Perú, la tienda de segunda mano de ¨Las Traperas¨ nace de una reunión de amigas que deciden hacer un trueque de ropa, crean una página de Facebook y sin querer descubren un pequeño nicho de mercado no cubierto en ese entonces en Lima, había una demanda.
“Luego de abrir el sitio en Facebook, el resultado nos sorprendió: 500 personas en mi oficina y el teléfono no paraba de sonar. No estábamos muy organizadas, lo bacán fue darnos cuenta que había una demanda. A raíz de eso hemos ido creciendo sin querer al principio y después queriendo un poquito. Mis dos socias se retiraron, un nuevo socio entró y ahora Las Traperas recibe unas 25 000 personas al año en nuestra tienda en Barranco”.
Sin saber mucho de negocios, Paola nos comenta que junto a sus dos amigas – en ese entonces socias – se lanzaron a la aventura. Empezaron en 2011 con un intercambio de prendas a puerta cerrada y luego de mucho batallar, hoy tienen una tienda en Barranco y una tienda online www.lastraperas.com
El feeling detrás del negocio
Las empresas por lo general tratan primero de ser rentables y luego tratan de “verdearse” por un tema de imagen, de responsabilidad social o ambas. En cambio nosotras empezamos por ser ¨verdes¨, teníamos detrás el interés de aportar a un problema social haciendo lo que nos gusta y por crear una marca que trabaja con coherencia.
“Es bien fácil no ser coherente. Por ejemplo ahora que estamos remodelando la tienda, lo fácil sería ir a comprar una jaba y hacer una lámpara; lo difícil es buscarse jabas usadas y reciclarlas. Además intentamos que no se bote nada, es un chambón”.
El negocio
En nuestro país existe un fuerte estigma con la ropa de segunda mano, creo que está relacionado al racismo. Hay gente que se pregunta ¿quién lo habrá usado? Yo me pregunto: ¿quién podría haberlo usado para que no te lo puedas poner?, es un tema cultural, nos comenta Paola. ¨Además también existe un prejuicio sobre vender tu ropa, todavía hay personas que no quieren que se sepa su identidad ya que te registras con un código con tu apellido; pero, en ese sentido el Perú está cambiando¨.
“Ayuda que en Lima actualmente viven muchos extranjeros, que hay una clase media menos prejuiciosa, que existe gente que ha viajado y que han visto cosas así en otros países por lo cual Las Traperas ya no es algo totalmente extraño. Y lo otro es que las nuevas generaciones son más verdes, algunos se animan por lo verde, otros por lo vintage, otros por ahorrar y otros porque es un estilo de vida, pero el impacto positivo se tiene. La experiencia de compra tiene mucho que ver y hacemos que la experiencia de compra sea “cool” en todo sentido.”
“El mayor trabajo ha sido en educar a la gente ya que no todo vale lo que uno quiere, el valor no está en la prenda que se tiene si no en saberla vender. La experiencia nos ha ido dando conocimiento sobre que es lo que se vende y a que precio y que es lo que no se vende. Nuestra ventaja es que somos poco estructurados y podemos adaptarnos rápidamente.”
Lo que tenemos ahora es una comunidad, tenemos coherencia y un negocio que se puede mantener solo, tenemos una marca.
Nuevos retos
Paola nos cuenta que este año planean consolidar y esperan tener un buen empuje luego de haber ganado “Startup Perú”. En su tienda remodelada, han comenzado a restaurar muebles y objetos. Además se han tomado los patios, donde hay opciones de comidas y bebidas coherentes con el proyecto y donde lo que está en el patio es reciclado y está en venta: las sillas, los muebles, etc.
Adicionalmente han empezado un pequeño proyecto en España. La siguiente apuesta será empezar con ropa de hombres y de bebes. “Es una pena que los bebes crezcan tan rápido y muchas veces no lleguen a usar toda la ropa y juguetes que les regalaron”, nos comenta Paola.
En los 4.5 años de Las Traperas se han intercambiado 15 000 items lo cual equivale a dejar de emitir 7 toneladas de CO2, 7 millones de galones de agua no utilizados, 7 toneladas de fertilizantes no utilizados y 5 toneladas de pesticidas no utilizados.
Puedes visitar a Las Traperas en Jirón Colina 108- Barranco, Lima.